Ayer los Marea vinieron a Madrid, y yo no me podía perder la cita. Marea es más que un grupo de rock, y su líder Kutxi Romero es mucho más que un roquero. Es un poeta, es un creador de sentimientos. Opiniones y críticas musicales aparte, lo que vengo a escribir proviene de una frase de Kutxi, con la que cerró el concierto prácticamente, en la que invitaba a la gente a tener un futuro incierto, lo cual puede parecer negativo, pero traía un añadido en el que decía que ojalá tengamos un futuro incierto, porque nuestra vida sea guiada por la libertad.
La libertad es un tema que me preocupa mucho en los últimos tiempos. Es obvio que no existe la libertad completa, siempre algo ajeno a nosotros nos impulsa a actuar o al menos nos afecta en lo que hacemos. Pero al menos hay grados de libertad, o eso creo yo.
Si hay un enemigo natural, un antónimo, de la libertad, ese es el miedo. No puede haber libertad con miedo, y desde pequeños nos enseñan a tener miedos, que es necesario temer (no hablo de respeto), que es importante lo que piensen de ti los demás y que los locos no pueden sobrevivir en este mundo, y la definición de loco es la que más se acerca a la de libre.
Mi último año ha sido un año de miedos. Como en el cuento de Dickens, los fantasmas de pasado, presente y futuro se me han ido apareciendo de forma continua. Y a mí me dan miedo los fantasmas. Una aparición en concreto ha ido definiendo mi año desde su primera vez, allá por abril. Ahí solo era fantasma de futuro. Fui conociéndola temiendo no saber afrontar el momento en el que apareciera el fantasma presente. Cuando apareció todo fue normal, muy bien, pero se fue para que volviera su predecesor (el futuro), con él me sentía más cómodo. Le cogí tanto miedo al fantasma del presente que no le dejé volver. Se quedó el del futuro, pero lo hizo tanto tiempo que acabó convirtiéndose en pasado, sin decir nada. Y aunque yo no lo sabía, el fantasma del pasado era el que me daba más miedo. Un fantasma que te acompaña pero no te dice una palabra, no interactúa contigo, solo te empuja contra el suelo para no dejarte andar. Mientras, presente acompaña a otro. Si no le hubiera temido estaría conmigo, empujando hacia delante para andar más deprisa.
Sin embargo, creo que esos fantasmas, y esa mujer, no eran para mí, aparecieron pero estaban destinados a irse, no sé si han sido pérdida de tiempo o una experiencia importante, para aprender actuar conforme a mi libertad y no a mis miedos. Pero no creo haberlo aprendido, ahora tengo miedos peores, porque estos nuevos fantasmas aún no han aparecido y ya les tengo miedo a los tres, tanto que por ahora mi opción es no dejarles venir y que la vida transcurra, dejarme llevar por los miedos, ser un esclavo, no ser yo.
Saliendo del tema del amor o de como se quiera llamar, a mí no me convence el término, hay mucha falta de libertad hasta en los lugares en los que se nos permite tenerla.
En el año de las revoluciones sociales, la bandera ha sido la libertad, una bandera más universal que cualquier otra y que la mayoría de la gente ha preferido no considerar suya. La indiferencia y el silencio han sido la tónica general. La libertad no es un valor en alza, no da dinero y no da influencia, y como creemos que esas dos cosas son las que dan la verdadera satisfacción, no necesitamos hacer uso de la libertad. Todos tenemos un algo escondido que nos grita y nos implora ser liberado. No es una llamada a desnudarnos, convertirnos en punks y hacer lo que nos dé la gana siempre, es solo una llamada a luchar contra nuestros miedos, a actuar contra lo que no nos gusta, a no encerrarse en una rutina, a no creernos realizados por tener un traje a medida y un deportivo, a amar a quién queremos y a decírselo.
Me voy ya del año con este extracto de un poema de Manolo Chinato, poeta de libertad, amor y rebeldía:
"Te amo, no es una costumbre social,
es el libre loco amor
suelto libre al viento y a la luz.
No te esfuerces por mí, ante todo sé tú,
yo pretendo en la sombra y en la luz
saber, solamente, quién soy."
Mi único propósito para este año es ser un poco más libre, ser más yo.
Y, como dicen los Marea: ojalá me quieran libre, ojalá me quieran.
sábado, 31 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
DISCOS DEL AÑO 2011
6 meses ha de mi última entrada. He estado muy ocupado haciendo el gilipollas en Twitter además de poco inspirado para escribir, espero cambiar pronto la tónica esa, pero ésto no cuesta nada, y me apetece dar una opinión de música.
Ha sido un año plagado de discos, de regresos y de novedades, pero voy a destacar solo unos pocos, en orden de mejor a peor, según yo, que para eso soy el que escribe y de los pocos que leen este blog.
En inglés:
1. Florence and the Machine - Ceremonials
2. Foo Fighters - Wasting Light
3. Arctic Monkeys - Suck it and see
En español:
1. Gritando en Silencio - Maldito
2. Extremoduro - Material Defectuoso
3. Vetusta Morla - Mapas
Ha sido un año plagado de discos, de regresos y de novedades, pero voy a destacar solo unos pocos, en orden de mejor a peor, según yo, que para eso soy el que escribe y de los pocos que leen este blog.
En inglés:
1. Florence and the Machine - Ceremonials
2. Foo Fighters - Wasting Light
3. Arctic Monkeys - Suck it and see
En español:
1. Gritando en Silencio - Maldito
2. Extremoduro - Material Defectuoso
3. Vetusta Morla - Mapas
miércoles, 13 de julio de 2011
NADA
Esto empieza como una nada. Hace meses que no escribo y hoy me apetece hacer algo. Gracioso no creo, últimamente no estoy en mi etapa más ocurrente, será el verano que recalienta mi cerebro, el simple hecho de que estoy quemando mi absurdidad o absurdismo con el paso del tiempo o a lo mejor solo tengo una etapa sin chispa que se acabará pronto, o quizá siga igual que siempre, eso ya lo veremos con el tiempo.
Tampoco quiero escribir sobre mi vida de ingeniero, que hasta hace poco solo me daba disgustos, pero tras un exitoso junio, y tras varios días de vacaciones, la veo lejana y totalmente fuera de mi cabeza, hasta que en pocos días toque volver a ponerse al lío mientras esos felices muchachos de letras (o de Bolonia) disfrutan de un refrescante agosto, sin preocupaciones, pero ya afrontaré esa realidad cuando toque.
Me ha apetecido hablar de música estos días, mañana parto hacia Benicassim para el FIB, y hace unos pocos días estuve en un gran concierto de rock, del que y no se hace, un show tremendo de los Foo Fighters. Pero ahora no quiero desmembrar un concierto ni hablar de los deseos que tengo de ver el siguiente.
De amor. No, no voy a hablar de eso. Está lejos por ahora, aunque un poco más cerca que ayer.
La política hace un par de meses que me tiene aún más desencantado si cabe. Creí en un movimiento que ahora parece estar desapareciendo sin haber hecho nada más que un poco de ruido, sin rumbo. Y los políticos siguen ahí, manejando todo a su gusto, para no tener problemas con nadie (con nadie que pueda creárselos, claro), llevándose su parte y dejando que el tiempo pase.
Y ya no me queda mucho que tratar. En realidad no quería hablar de nada, ni tengo intención de que nadie lea esta mierda, que no lleva a ningún sitio.
Escribiré algo de provecho, lo juro.
Cuando sepa qué.
Tampoco quiero escribir sobre mi vida de ingeniero, que hasta hace poco solo me daba disgustos, pero tras un exitoso junio, y tras varios días de vacaciones, la veo lejana y totalmente fuera de mi cabeza, hasta que en pocos días toque volver a ponerse al lío mientras esos felices muchachos de letras (o de Bolonia) disfrutan de un refrescante agosto, sin preocupaciones, pero ya afrontaré esa realidad cuando toque.
Me ha apetecido hablar de música estos días, mañana parto hacia Benicassim para el FIB, y hace unos pocos días estuve en un gran concierto de rock, del que y no se hace, un show tremendo de los Foo Fighters. Pero ahora no quiero desmembrar un concierto ni hablar de los deseos que tengo de ver el siguiente.
De amor. No, no voy a hablar de eso. Está lejos por ahora, aunque un poco más cerca que ayer.
La política hace un par de meses que me tiene aún más desencantado si cabe. Creí en un movimiento que ahora parece estar desapareciendo sin haber hecho nada más que un poco de ruido, sin rumbo. Y los políticos siguen ahí, manejando todo a su gusto, para no tener problemas con nadie (con nadie que pueda creárselos, claro), llevándose su parte y dejando que el tiempo pase.
Y ya no me queda mucho que tratar. En realidad no quería hablar de nada, ni tengo intención de que nadie lea esta mierda, que no lleva a ningún sitio.
Escribiré algo de provecho, lo juro.
Cuando sepa qué.
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nada
lunes, 23 de mayo de 2011
FELICIDAD VS LIBERTAD
Ayer llegué a casa de un día largo de elecciones, de presenciar el ejercicio de "libertad" del pueblo, a la hora en la que empezaba La Rosa de los Vientos en Ondacero. Había pensado algo durante el día en el tema de la libertad, observé muchas cosas que me hicieron pensar hasta dónde llega esa libertad aquí. Maridos obligando a votar al PP a sus mujeres de collares de oro y bolsos de marca, padres metiendo en el sobre la papeleta que introduciría su hijo en la mesa. El objetivo del votar está en encontrar quién te propone más felicidad.
Entonces Bruno Cardeñosa, el conductor del programa, empezó su monólogo de apertura de programa, ayer, hablando sobre felicidad y libertad:
<< Un estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Warwick ha puesto en evidencia una paradoja: los 10 países más felices del Mundo son aquellos en los que se registran las tasas más altas de suicidio. Para efectuar este trabajo, tuvieron como referencia el estudio que realizó la revista Forbes para determinar qué 10 países eran los más felices según su criterio; criterios, por supuesto, muy vinculados a temas monetarios. España tenía un puesto destacado en esa lista de países más felices; y mientras tanto, el suicidio en España, desde hace 2 años, es la mayor causa de muerte no natural que existe. Nos olvidamos a menudo de este dato que es tan importante.
Este nuevo trabajo viene a demostrar que los criterios que seguimos para definir la felicidad, son cuanto menos discutibles. En estos meses, uno de los iconos más representativos del tiempo actual es la máscara del protagonista del cómic y película "V de Vendetta". Ese personaje, en una de las conversaciones que tiene, formula la siguiente pregunta: "¿Es que acaso prefieres la felicidad a la libertad?". Y es que realmente, el concepto de felicidad que tenemos, el que nos han impuesto como modelo es quizá contradictorio, es posiblemente una felicidad que triunfa a consta de las libertades. A medida que conquistamos más felicidad, o lo que nos venden como felicidad, la libertad es menor. Porque ese modelo de felicidad nos encadena, y en ocasiones esas cadenas se rompen. Esa felicidad provoca insatisfacción.
Quizá sea el tiempo de decidir, de elegir no ser felices, porque eso es elegir libertad. Entonces quizá descubramos porqué la felicidad que nos venden es una cárcel materialista.
Groucho Marx lo definía perfectamente, con su perspicacia y su ironía. Decía: "hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna...". >>
Así me empecé a explicar las cosas que antes me preguntaba. La gente ya ha asimilado que la felicidad está donde nos la han vendido, en la acumulación de bienes, en tener pero no tener que pensar. No nos importa la limitación de nuestras libertades porque hemos alcanzado esa falsa felicidad. Nadie que la tenga se va a parar a pensar en si hay algún otro partido ajeno a los que se la han dado que pueda darle más, o que pueda aportarle otra distinta felicidad, o que pueda aportársela a un número mayor de gente.
El objetivo es llegar a una nueva felicidad, sin necesidad de renunciar a un cierto materialismo, pero no teniendo en él un objetivo, un fin, un centro de nuestra vida.
Y en este tiempo se están rompiendo los grilletes. Mucha gente que tiene todo para ser "feliz", según nos han dicho, está saliendo a la calle para reclamar su libertad, para que su voto valga y los políticos gobiernen por y para la gente, sin limitar ni pensar en aquellos que lo único que consiguen es que tengan una falsa libertad.
También los políticos deberían renunciar a su "felicidad".
Entonces Bruno Cardeñosa, el conductor del programa, empezó su monólogo de apertura de programa, ayer, hablando sobre felicidad y libertad:
<< Un estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Warwick ha puesto en evidencia una paradoja: los 10 países más felices del Mundo son aquellos en los que se registran las tasas más altas de suicidio. Para efectuar este trabajo, tuvieron como referencia el estudio que realizó la revista Forbes para determinar qué 10 países eran los más felices según su criterio; criterios, por supuesto, muy vinculados a temas monetarios. España tenía un puesto destacado en esa lista de países más felices; y mientras tanto, el suicidio en España, desde hace 2 años, es la mayor causa de muerte no natural que existe. Nos olvidamos a menudo de este dato que es tan importante.
Este nuevo trabajo viene a demostrar que los criterios que seguimos para definir la felicidad, son cuanto menos discutibles. En estos meses, uno de los iconos más representativos del tiempo actual es la máscara del protagonista del cómic y película "V de Vendetta". Ese personaje, en una de las conversaciones que tiene, formula la siguiente pregunta: "¿Es que acaso prefieres la felicidad a la libertad?". Y es que realmente, el concepto de felicidad que tenemos, el que nos han impuesto como modelo es quizá contradictorio, es posiblemente una felicidad que triunfa a consta de las libertades. A medida que conquistamos más felicidad, o lo que nos venden como felicidad, la libertad es menor. Porque ese modelo de felicidad nos encadena, y en ocasiones esas cadenas se rompen. Esa felicidad provoca insatisfacción.
Quizá sea el tiempo de decidir, de elegir no ser felices, porque eso es elegir libertad. Entonces quizá descubramos porqué la felicidad que nos venden es una cárcel materialista.
Groucho Marx lo definía perfectamente, con su perspicacia y su ironía. Decía: "hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna...". >>
Así me empecé a explicar las cosas que antes me preguntaba. La gente ya ha asimilado que la felicidad está donde nos la han vendido, en la acumulación de bienes, en tener pero no tener que pensar. No nos importa la limitación de nuestras libertades porque hemos alcanzado esa falsa felicidad. Nadie que la tenga se va a parar a pensar en si hay algún otro partido ajeno a los que se la han dado que pueda darle más, o que pueda aportarle otra distinta felicidad, o que pueda aportársela a un número mayor de gente.
El objetivo es llegar a una nueva felicidad, sin necesidad de renunciar a un cierto materialismo, pero no teniendo en él un objetivo, un fin, un centro de nuestra vida.
Y en este tiempo se están rompiendo los grilletes. Mucha gente que tiene todo para ser "feliz", según nos han dicho, está saliendo a la calle para reclamar su libertad, para que su voto valga y los políticos gobiernen por y para la gente, sin limitar ni pensar en aquellos que lo único que consiguen es que tengan una falsa libertad.
También los políticos deberían renunciar a su "felicidad".
jueves, 19 de mayo de 2011
ANTONIO VEGA
Entre tanta lucha por una democracia real, y el movimiento que está ocurriendo en España, sin marcha atrás y que no sabemos adónde nos llevará, he recordado que desde hace ya más de 2 años no tenemos entre nosotros a uno de los grandes de la música, Antonio Vega, vocalista de la mítica banda Nacha Pop y compositor de algunas de las letras y sonidos más importantes que se han hecho en nuestra música, de himnos generacionales como La Chica de Ayer, y canciones de las que producen escalofríos en cualquiera como Lucha de Gigantes. Su muerte, tras un cáncer de pulmón, dejó un vacío en la música española, tan necesitada de significado.
Referente del pop real, con la profundidad, sensibilidad e intimismo que debe de tener, y que ya casi ha desaparecido en está época de "nananas" y "baby, I love you". Más allá de su desmejorada imagen del final de sus días (aunque siguió actuando y llegando a todos los corazones que pudo), se fue un hombre único, de los que marcan generaciones, de los que aparecen cada demasiado tiempo. Y como tal, yo al menos, lo recuerdo. Y como digo siempre en estos casos, su música hará que siga vivo. Para muestra, seis de sus emblemas, mis favoritas, con algún detalle sobre ellas, (fuente: www.rtve.es) Y su canción, Lucha de Gigantes, grabada en directo.
1. 'Lucha de gigantes' (1987)
Amante de la astronomía, Antonio buscaba aquí su lugar en el cosmos: "en un mundo descomunal/ siento mi fragilidad". Inmortalizada en una escena de "Amores perros", la película del mexicano Alejandro González-Iñarritu.
2. 'Chica de ayer' (1980)
Su gran himno generacional. Una crónica de incomunicación amorosa editada justo cuando Madrid empezaba a vivir su década de derroche.
3. 'Una décima de segundo' (1984)
Escuchar en la versión de piano. Ruptura del molde guitarrero de los primeros Nacha Pop con una especulación enigmática.
4. 'Desordenada habitación' (1987) Una conmovedora canción de dormitorio: "deja el frío y entra en calor/ y que lo oscuro deje paso al color".
5. 'Se dejaba llevar por ti' (1990)
Según él, la única canción donde hablaba de la heroína: "nunca la oyes hablar/ solo habla contigo y nadie más/ nada puedes sufrir que ella no sepa solucionar."
6. 'El sitio de mi recreo' (1992)
Antonio Vega, amante en estado de gracia: "de sol, espiga y deseo/ son sus manos sobre mi pelo".
Referente del pop real, con la profundidad, sensibilidad e intimismo que debe de tener, y que ya casi ha desaparecido en está época de "nananas" y "baby, I love you". Más allá de su desmejorada imagen del final de sus días (aunque siguió actuando y llegando a todos los corazones que pudo), se fue un hombre único, de los que marcan generaciones, de los que aparecen cada demasiado tiempo. Y como tal, yo al menos, lo recuerdo. Y como digo siempre en estos casos, su música hará que siga vivo. Para muestra, seis de sus emblemas, mis favoritas, con algún detalle sobre ellas, (fuente: www.rtve.es) Y su canción, Lucha de Gigantes, grabada en directo.
1. 'Lucha de gigantes' (1987)
Amante de la astronomía, Antonio buscaba aquí su lugar en el cosmos: "en un mundo descomunal/ siento mi fragilidad". Inmortalizada en una escena de "Amores perros", la película del mexicano Alejandro González-Iñarritu.
2. 'Chica de ayer' (1980)
Su gran himno generacional. Una crónica de incomunicación amorosa editada justo cuando Madrid empezaba a vivir su década de derroche.
3. 'Una décima de segundo' (1984)
Escuchar en la versión de piano. Ruptura del molde guitarrero de los primeros Nacha Pop con una especulación enigmática.
4. 'Desordenada habitación' (1987) Una conmovedora canción de dormitorio: "deja el frío y entra en calor/ y que lo oscuro deje paso al color".
5. 'Se dejaba llevar por ti' (1990)
Según él, la única canción donde hablaba de la heroína: "nunca la oyes hablar/ solo habla contigo y nadie más/ nada puedes sufrir que ella no sepa solucionar."
6. 'El sitio de mi recreo' (1992)
Antonio Vega, amante en estado de gracia: "de sol, espiga y deseo/ son sus manos sobre mi pelo".
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miércoles, 11 de mayo de 2011
TOP 10: BOB MARLEY
Hoy se cumplen 30 años de la muerte del rey del reggae, una leyenda en el mundo de la música y referencia y fuente de inspiración para tantos y tantos músicos posteriores, no necesariamente dedicados al reggae, y para tantos aficionados a la buena música. Y es que es difícil encontrar a alguien que no haya disfrutado con el No Woman, No Cry, visto el Buffalo Soldier en algún vídeo o canturreado el Could You Be Loved casi sin darse cuenta. Concienciado con la sociedad, pacifista y con una filosofía de vida fuera de toda norma. Bob Marley fue más allá de la música y por eso nunca morirá. Aquí pongo, según mis gustos personales, las 10 mejores canciones de la leyenda jamaicana.
- No Woman, No Cry
- Redemption Song
- Could You Be Loved
- Jamming
- One Love, People Get Ready
- Is This Love
- Buffalo Soldier
- Exodus
- I Shot The Sheriff
- Get Up, Stand Up
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músicaMarleytop
martes, 3 de mayo de 2011
ASÍ HABÍA QUE HACERLO (?)
"Ante la oleada de entusiasmo que ha provocado la muerte de Osama Bin Laden, y aún a riesgo de quedar como un marciano, quiero que conste en acta que me habría parecido mucho más digno de celebración que el líder de Al-Qaeda, en vez de ser ejecutado por un comando americano, hubiese sido detenido y puesto a disposición de un tribunal competente para juzgarle, ¿o no es así como se hacen las cosas en democracia? Raros esos tiempos en los que hay que recordar lo que es evidente. ¿Por qué los EEUU han optado por el método expeditivo? Por cierta idea de eficiencia, por miedo a las reacciones que pudieran provocar tenerlo expuesto durante un largo juicio, por no saber dónde custodiarlo sin que se convirtiera en un problema y por no tener claro a que tribunal llevarlo. Y, sobre todo, para satisfacer cierto sentimiento de venganza ordinaria, muy extendido entre el electorado americano. Obama "el pacificador" ha conseguido la pieza mayor que no pudo cobrarse Bush "el rey de la guerra". Su popularidad subirá como la espuma.
El asesinato de Bin Laden será un excelente test sobre la realidad de Al-Qaeda y sobre las revueltas del mundo árabe. ¿Le quedará a Al-Qaeda alguna capacidad de respuesta? ¿Volverá el ruido antiamericano felizmente ausente durante las revoluciones de estos últimos meses? ¿Recuperará protagonismo el fundamentalismo islámico? ¿O confirmará la victoria de las nuevas generaciones contra el fanatismo?"
Este es un extracto de la columna con la que cerró el programa de Hora25 de la noche del 2 de mayo, el pensador Josep Ramoneda. Expresa una opinión que durante el día muchos intentamos defender ante el cerril "tiene lo que se merece". Y quizá con esa frase uno esté de acuerdo, al fin y al cabo, un asesino tal quizá no merece vivir. Pero es que nos desviamos en realidad de lo que ocurre. Han encontrado a un delincuente, lo han arrinconado, han entrado, lo han tenido cara a cara, y, por le hecho de ser quién es, han decidido no seguir un proceso habitual de detención y asesinarle a sangre fría para dar falso placer al pueblo y un buen puñado de votos. ¿No habría sido normal detenerlo, juzgarlo y acusarlo a pena de muerte, por ejemplo (que aunque sea otra forma de ojo por ojo, es consecuencia de un enjuiciamiento)?
El asesinato de Bin Laden será un excelente test sobre la realidad de Al-Qaeda y sobre las revueltas del mundo árabe. ¿Le quedará a Al-Qaeda alguna capacidad de respuesta? ¿Volverá el ruido antiamericano felizmente ausente durante las revoluciones de estos últimos meses? ¿Recuperará protagonismo el fundamentalismo islámico? ¿O confirmará la victoria de las nuevas generaciones contra el fanatismo?"
Este es un extracto de la columna con la que cerró el programa de Hora25 de la noche del 2 de mayo, el pensador Josep Ramoneda. Expresa una opinión que durante el día muchos intentamos defender ante el cerril "tiene lo que se merece". Y quizá con esa frase uno esté de acuerdo, al fin y al cabo, un asesino tal quizá no merece vivir. Pero es que nos desviamos en realidad de lo que ocurre. Han encontrado a un delincuente, lo han arrinconado, han entrado, lo han tenido cara a cara, y, por le hecho de ser quién es, han decidido no seguir un proceso habitual de detención y asesinarle a sangre fría para dar falso placer al pueblo y un buen puñado de votos. ¿No habría sido normal detenerlo, juzgarlo y acusarlo a pena de muerte, por ejemplo (que aunque sea otra forma de ojo por ojo, es consecuencia de un enjuiciamiento)?
Y la celebración en EEUU puede ser más comprensible vista desde aquí y algunas razones de la decisión (explicadas por Ramoneda) parecen pensadas por el bien común. Pero allí ese sentimiento de venganza patriótica prima mucho en estas situaciones, sienten que se hace justicia asesinando al que les asesinó (para eso allí tienen también la ya citada pena de muerte), y en este caso es algo más. Es la cara del enemigo del pueblo, del que ha provocado que el país sea el que es ahora mismo, y han destrozado esa cara. Pero en realidad ese es el método que los radicales islámicos tienen, esos salvajes que salen a la calle a celebrar la muerte de soldados "infieles", esos seres exentos de democracia, que se mueven por un instinto animal en contra de toda la sociedad occidental, que representa la justicia, la libertad, la igualdad. Ese método que tanto condenamos y odiamos es ahora el que jaleamos. Nos hemos vengado del infiel.
Pero la democracia tiene que ir más allá del instinto animal, del deseo de ojo por ojo. Aquí creemos en la justicia, ese hombre pudo ser detenido y ajusticiado, sin embargo se decidió abatirle y acabar con sus restos a escondidas, convirtiendo al asesino en mártir, muerto sin haber sido acusado por sus crímenes y sin que la justicia se realizara.
Y en España también se ha aplaudido mucho el asesinato. Gente que en su momento critico de forma radical casos muy similares sucedidos aquí. Chocan con ellos mismos, claman justicia para casi todo y aclaman una injusticia porque "éste lo merecía". Estamos defendiendo de forma indirecta (o casi directa), que una persona se tome la justicia por su mano si, por ejemplo, le han matado a un ser querido.
Esto significa un paso atrás para esta sociedad occidental que en tanto está fallando pero parecía no poder fallar en situaciones así, se nos ha olvidado todo en lo que creemos para alzar los palos, tirar de Ley del Talión y volver al instinto depredador.
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