Cada vez más a menudo (gracias a youtube) nos encontramos con nuevos personajes que saltan a la fama por apariciones en televisión sobre todo en programas como "Callejeros" haciendo el ridículo ante la cámara, con unas copas de más (quien dice copas...) o demostrando su amor por las drogas o su falta de inteligencia.
La gente los acoge como suyos, les trata como a héroes de la sociedad, como a seres que merecen el respeto de todos e incluso ser imitados en sus acciones.
El último fenómeno de este tipo es el de los "lacasitos" (no he viste el vídeo ni tengo intención de hacerlo), un tipo que en estado de embriaguez se halla conduciendo su coche, es parado por las fuerzas del orden y no solo no se muestra arrepentido o humilde al menos ante una situación como esa, si no que se permite vacilar a los agentes y reírse de ellos, un tipo que escasos minutos antes había estado poniendo en peligro su vida y sobre todo la de los demás conductores (la suya me da que tampoco la valora mucho, quizá no merezca la pena).
Un tipo así de censurable, denunciable y "encarcelable", de repente se convierte en el hombre del momento, su vídeo tienes millones de visitas y se le lleva a programas de televisión: se le pudo ver la otra noche en el último fracaso de Cuatro (con invitados así no es de extrañar), UAU!, presentado por Santi Millán, un actor que sinceramente yo respetaba, y que poco a poco va cayendo bajo en el inmundo mundo de esta televisión que tenemos en este país.
El payaso, no solo no se muestra arrepentido, sino que está tan orgulloso de su acto y lo vuelve a ver tan contento, una pena de hombre, que en su analfabetismo se le conoce más que a los premios Nobel de ciencias o de literatura, este es el camino que lleva nuestro Mundo hacia el progreso.
Mi idea era solo hablar de este personaje, ya que acabo de ver el vídeo del citado programa, pero ya que me pongo, por encima de todos está el nombre por excelencia al hablar de estos temas: Belén Esteban.
No he visto un programa del corazón en mi vida pero a la fuerza me he tenido que tragar, fuese donde fuese, las patochadas y demostraciones de "inteligencia" de esa persona que, aunque parezca increíble, ha alcanzado toda su fama simplemente por casarse y divorciarse de nada más y nada menos que un torero, del que conocemos más de su vida que de su forma de torear.
Y día tras día la tenemos ahí, pateando al diccionario y creyéndose una persona importante, apoyada por quien sabe quien, y pasándose por la goma del tanga todo el protocolo del periodista. Pero nadie le puede decir nada.
No voy a seguir calentándome, por ahora se queda aquí, pero el tema tiene miga para muchas más entradas.
viernes, 4 de junio de 2010
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