La cosa es que el rock and roll llegó a mi vida. Era algo inevitable. Cuando creas unos ideales y ansías una imposible libertad, hay pocas cosas que te hagan sentir que no estás desaprovechando cada momento de tu vida. Para mí, la principal ha sido el rock español: los sentidos guitarristas y las rotas voces, las realistas letras, la poesía, las bandas que no han hecho nunca un playback porque saben que eso no es música, los empujones de concierto y la cerveza (en el tema drogas no soy tan roquero).
Tengo el recuerdo de que fue Extremoduro el grupo que me llevó al "lado oscuro". Sin aún entender nada de lo que podrían decir las letras de Robe, notaba que esa música me llevaba consigo, me hacía sentir bien. Grandes Exitos y Fracasos (recopilación de lo mejor de la banda) fue mi disco de cabecera mucho tiempo, me iba haciendo a los sonidos que al principio me costaba recibir, y a esas letras que hablaban con descaro de amor, sexo, drogas y de una sociedad que yo no conocía ni hacía todavía por conocer.
Así, el rock empezó a atraparme y empezó a cambiarme. Mi música se transformó al 100%. Se sumaba Platero y Tú, mucho más social que "Extremo", más fresco y divertido, menos crudo, pero con mucho en común. La inconfundible guitarra de Uoho está vez se complementaba con la voz de Fito Cabrales, al que solo conocía por su faceta actual, Fito y Fitipaldis, más "popera", aunque valiosa.
Después, Marea, la banda de Kutxi Romero, un cantante de voz quebrada que convierte cada ritmo en poesía. Pero la guitarra de Kolibrí no se queda atrás de las letras.
Yo seguía en revolución. El rock no cambió mi forma de vestir o de ser a grandes rasgos, llegó más al fondo y ayudo al cambio en mi forma de pensar, al sentimiento de estar encerrado en una rutina y en una sociedad comandada por unos pocos que quieren esconder todas las raíces de una posible rebelión, entre ellas el rock español, el urbano, siempre en la sombra de la música en este país, pero haciendo ruido.
El tiempo pasa, el rock inglés y americano, la música de autor (esa poesía con guitarra: Chaouen, Quique Glez...), ocupan un sitio privilegiado en mi oído, pero nunca dejarán de ocuparlo los Marea, Extremoduro, Platero, Sínkope, Poncho K, Barricada, Suaves, Gritando en Silencio... y todos esos que hacen de la calle una canción. No se les puede dejar de lado.
¿Por qué el rock and roll? Porque es el camino hacia el cambio, es una forma de vivir, es elegir ser tú.
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