El día estrella del festival en cuanto a cartel sin duda era el sábado. Traía un poco de todo: algunas de las principales figuras del rap en España, del rock, del folk-rock, del hard-rock y del pop-rock.
Llegar desde Madrid fue difícil, nuestro primer y único día en el festival era ese. Nos perdimos a bandas como Poncho K, Albertucho, Burning, Kaotiko, Reincidentes, Boikot, Nach..., pero era algo que nos podíamos permitir.
A la llegada estaba a la mitad una semi-desconocida, Avalanch, con un heavy metal bastante correcto pero a la que no hicimos demasiado caso, al igual que el resto del público, que retrasaba su entrada al recinto hasta horas tardías.
La cosa se fue animando con el ritmo siempre divertido y las letras reivindicativas de Canteca de Macao, que empezaron a mover a la gente que, como nosotros, no venía por los "pogos" y la violencia de las bandas que cerrarían el escenario 2.
Cuando el flamenco vestido de reggae fue acabando, apareció Evaristo y uno de sus proyectos d.P (después de la Polla), Gatillazo. Una voz histórica del punk-rock español que le daba una dosis de "políticamente incorrecto" a la tarde. Un cuadro de Jesucristo adornando su camiseta, alta cresta amarilla, escupitajos e insultos, todo un espectáculo, a pesar de que el sonido no era muy bueno en mi opinión.
Al "ying" le siguió el "yang", Quique González. Todo lo contrario: pelo largo, cara de bueno, ropa elegante, románticas letras y sus guitarras acústicas, correcto como siempre. Quizá faltaron algunos de sus mejores temas y quiso ser más roquero de lo habitual, pero nunca falla y cada vez le sigue más gente a donde él va.
Tras el parón, lo gamberro volvió con Ilegales. Los monólogos de Jorge Martínez no dejaban títere con cabeza, además de hacer reír. Sonaron muy bien, una de las sorpresas más positivas.
Después aparecieron unos de los grandes protagonistas del día. Empezaba a oscurecer y el escenario 1 se llenó de gente para ver y oír a los Celtas Cortos. Estrenaban disco pero no faltaron todos sus clásicos. Perfección instrumental y vocal y pedida de bis (que no llegó) durante 10 minutos. El climax, como no, se alcanzó con "La senda del tiempo".
Y el bis no había llegado porque Los Suaves ya estaban preparados. La edad no perdona a Yosi y los suyos, y costaba entender las letras, pero cuando llegaban las grandes canciones, el público enloquecía. Más de 60 años que no se le notaron al cantante, no paró de moverse, dando la sensación de ir algo perjudicado. "Dolores se llamaba Lola" cerró a lo grande un buen concierto.
La Cabra Mecánica fue después, más roquera de lo que yo esperaba. Pero ni ellos ni los siguientes, los casi-satánicos y polémicos Soziedad Alkohólika, fueron muy seguidos por nosotros, ya pensando en el verdadero hombre del día. Aprovechamos para ver a los raperos SFDK y Tote King, con mucha afluencia de público en el escenario 3, alejado de los otros.
Conciertos de 1 hora máximo hasta ese momento. Pero Fito apareció, y el tiempo se paró hasta más allá de 2 horas después del comienzo. Maravilloso. Maestro de la guitarra, maestro de las letras, se exhibió y sobresalió por encima de todos. Sin duda el concierto con más público, con mejor sonido y el único con vídeo y luz de verdad "a lo concierto". Lo tocó todo, incluido un guiño a la banda con la que empezó, Platero y tú, mítica del rock urbano español y a la que recordó con "Al cantar".
Con Fito se llegó al culmen de la noche. Aún faltaba Berri Txarrak, banda vasca, de la que apenas oímos los primeros acordes.
Aún faltaba las bandas tributo, que ayudaron a recordar a Extremoduro (De Acero), AC/DC (Powerages) y Guns'N'Roses (Gansos Rosas). Un buen remate para un gran día de música.
jueves, 14 de octubre de 2010
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