domingo, 24 de octubre de 2010

SE LLAMA Nº1, por Juan Luis Cano

Yo no sé hasta dónde vamos a llegar los seres humanos occidentales, que somos los que nos inventamos las cosas fútiles, aunque también, y hay que decirlo en nuestra descarga, algunas cojonudas. Ahora resulta que ha llegado a Madrid un perfume que cuesta casi lo mismo que un adosado y que uno de sus valores añadidos es que lo usa Beckham ¡Joder, también ha elegido de entre todas las mujeres a Victoria y eso que parece la gallina Turuleta que: “Tiene las patas de alambre, porque pasa mucho hambre…” Bueno, pues resulta que el perfume en cuestión, se presenta en una botella pulida a mano, de cristal de no sé qué y recubierta de una capa de oro de 24 quilates ¡Coño, vende botellas, que se te da de puta madre!
Tú imagínate que te compras el perfume a costa de tener a la familia a huevos con pan dos meses y en vez de irte de vacaciones un mes a Gandía, tienes que recortar y alquiláis el apartamento sólo una quincena, porque la pasta se te ha ido en un frasco de colonia que usa Beckham. Vale. Todo sea por despedir efluvios divinos. Vale. Si la familia se sacrifica por uno ya se sacrificará uno por la familia en otra ocasión. En eso no podemos decir ni que sí, ni que no, porque cada uno es cada uno y hace sus cada unas. Pero tú imagínate que vas a la fiesta de cumpleaños de tu vecina Menchu, pongamos por ejemplo, y te pones un poquito del perfume (porque me imagino que con ponerte un poquito servirá, a ver si ahora va a ser como el Nenuco, que las madres nos tenían que empapar con él para que oliéramos media hora seguida a limpio). Bueno, pues tú vas con tu perfume a la fiesta y ves que va pasando el tiempo y no se da cuenta ni dios de que hueles que te cagas de bien. Yo es que me tiro por el balcón. O sea, me pasa a mí y una de dos: o voy al día siguiente y mato a la dependienta de la perfumería en cuestión que me convenció para que comprara el frasco o me suicido directamente. Puede suceder algo peor y es que como ves que nadie te comenta nada, te hagas el valiente y pases al ataque:
- Huele, Charito ¿Has visto qué perfume llevo?
- ¡Uy, es verdad! No me gusta, es como muy denso ¿No?
¡Jodeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer! 

 ¿Mis quince días en Gandía arrojados a una botella de cristal cortado y pulido a mano, que sirve como recipiente para una esencia elaborada con exquisitos ingredientes, para esto? ¡Todo porque lo lleva Beckham!
¡Ah, se siente! Haber sido del Atleti, que seguro que el Kun Agüero usa Patrichs y va tan “apañao” el muchacho.

(Clive Christian Nº 1 para hombre se vende en exclusiva en Madrid en la Perfumería Nadia y cuesta 680 € el frasco de 50 ml.)

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